miércoles, 12 de abril de 2017

Pange lingua

Siendo mañana el Jueves Santo, la oración de hoy ha de ser el Pange Lingua. Es una oración compuesta por Sto. Tomás de Aquino para la festividad del Corpus Christi (¡hay que ver lo buen creador de oraciones que era ese hombre1). Aunque la compuso para el Corpus, yo siempre lo he oído cantar durante la celebración del Jueves Santo, normalmente al ir a custodiar las formas consagradas tras la celebración.

A diferencia de otras oraciones, que se rezan generalmente en español aunque haya una versión en latín, esta oración sólo la he oído rezar en latín, casi siempre cantado. La versión clásica es la gregoriana, aunque hay una versión muy bonita de Mocedades, aunque no cantan la oración completa.

El nombre, Pange lingua, son las dos primeras palabras de la oración. Quiere decir «Canta, oh lengua». Les dejo la oración, la traducción la español y una versión cantada.

Pange lingua
Sto. Tomás de Aquino

Pange, lingua, gloriosi
Corporis mysterium
Sanguinisque pretiosi
Quem in mundi pretium
Fructus ventris generosi
Rex effudit gentium

Nobis datus, nobis natus
Ex intacta virgine
Et in mundo conversatus
Sparso verbi semine.
Sui moras incolatus
Miro clausit ordine

In supremae noctae coenae
Recumbens cum fratribus
Observata lege pleanae
Cibis in legalibus
Cibum turbae duodenae
Se dat suis manibus

Verbum caro, panem verum
Verbo carnem efficit
Fitque Sanguis Christi merum.
Et, si sensus deficit,
Ad firmandum cor sincerum
Sola fides sufficit

Tantum ergo Sacramentum
Veneremur cernui:
Et antiquum documentum
Novo cedat ritui.
Praestet fides supplementum
Sensuum defectui

Genitori, genitoque
Laus et iubilatio
Salus, honor, virtus quoque
Sit et benedictio.
Procedenti ab utroque
Compar sit laudatio.
Amen.

Canta, oh lengua

Canta, oh lengua,
el misterio del glorioso cuerpo
y la gloriosa sangre
que el Rey de la Naciones,
Fruto de un vientre generoso,
Derramó en rescate del mundo.

Nos fue dado, nos fue nacido
De una virgen sin mancha.
Y después de pasar su vida en el mundo,
Una vez propagada la semilla de su palabra,
Terminó el tiempo de su residencia,
De un modo admirable

En la noche de la Última Cena,
Reclinado con sus hermanos,
Observada plenamente la ley,
En la comida de la Ley (la cena Pascual)
Se da con sus propias manos
Como comida para los doce.

El verbo encarnado, pan verdadero,
Lo convierte con su palabra en carne,
Y el vino se vuelve Sangre de Cristo.
Y si los sentidos fallan,
Para reafirmar el corazón sincero,
La sola fe basta.

Así pues, tan gran Sacramento
Veneremos postrados,
Y el Antiguo testamento
Cede paso al nuevo rito.
La fe preste auxilio
A la debilidad de los sentidos.

Al Progenitor y al Primogénito (al Padre y al Hijo)
Loas y cantos de júbilo,
Salud, Honor,
Fuerza y bendición.
Aquel que procede de ambos,
Tenga la misma alabanza.
Amén.



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